La cubierta es un elemento muy importante dentro de una edificación, pues es lo que nos aísla de temporales como el viento, el agua, la nieve, el sol… Sin embargo, es de especial relevancia elegir bien el tipo de materiales de cubierta adecuados.
Por ejemplo en climas fríos no es recomendable poner una cubierta plana que tenga que soportar el peso de la nieve en invierno, ni instalar una cubierta de pizarra en climas calurosos, puesto que absorbe todo el calor.
Las cubiertas planas, aunque como su propio nombre indica son planas, poseen un ligero declive para que se produzca un desagüe. Normalmente, este tipo de cubiertas son perfectas para climas cálidos y poco lluviosos.
Las cubiertas inclinadas o también denominada faldones, pueden ser de diversos tipos:
- A un agua: dispone de una vertiente para evacuar el agua de la lluvia.
- A dos aguas: tiene dos vertientes que se unen por su parte superior en el cabllete o cumbrera.
- A cuatro aguas: tiene cuatro vertientes o faldones
- Con faldones: tiene cuatro vertientes o más de agua. Los faldones pueden tern o no la misma pendiente.
- De pabellón: Cubre un espacio poligonal a tantas aguas como lados tiene su base y donde las vertientes son triangulares.
- Amansardada: tipo de cubierta donde las vertientes se quiebran.